jueves, 18 de noviembre de 2010

para ti, Toñete...


Vuelve el 18, y encima jueves. Como ha cambiado todo desde entonces, 6 años y aun lo recuerdo como si fuera ayer, aun lo siento como si estuviera pasando, aun tengo en mi las palabras, las imágenes, el sentimiento… finjo que es un mes más, que es un día más y que el hecho de que sea jueves no lo hace distinto, puede que al mundo pueda engañarlo, pero a mí no puedo.

Celebrare el cumpleaños, reire, y para que negarlo, me divertiré, pero como siempre, desde hace seis años, un hueco de este día será para ti, y para la parte tuya que aun conservo.

Que ingenuo, me enorgullecía conservar tu nombre, no es que ya no lo haga, pero con el paso del tiempo y la frialdad ante las cosas, que éste te da, me doy cuenta que el nombre solo es la muestra al público de lo que me queda de ti. Pero me queda mucho más, aun reconozco tu olor al pensar en ti, aun escucho tu voz cuando recuerdo tus palabras, noto tu tacto y tu peculiar forma de respirar, siempre fuerte, siempre haciéndote notar.

Hay aniversarios que no son dignos de celebración, sólo de homenaje, pero ambos sabemos que el mejor homenaje que podría darte no es posible, el mejor homenaje seria verte, un ratito, no pido mucho, sólo poder, o mejor que puedas ver como ha cambiado todo desde que partiste…

Por suerte, en mí, sigues igual, no cambias sigues siendo aquel viejecillo de pelo cano, al que pellizcaba en los mofletes, al que comprendía con una mirada, al que acompañaba, al que molestaba, el que me enseñó a ver que las cosas importantes no son aquellas que adquirimos, todas las dejaste aquí. Me enseñaste que las cosas más importantes son los gestos, las palabras, las miradas, el sentimiento.

Siempre he creído que la vida ha sido injusta por arrancarte de mi tan pronto, ahora lo comprendo, ya no tenias nada que enseñarme, ya me lo habías dicho todo, ya me lo habías dado todo, me demostraste que vale más un beso, uno sólo, que todas las puertas que se cierran, me diste un te quiero, que vale más que todos los desprecios que nos podamos encontrar. Y lo más importante me mostraste que uno bueno vale muchísimo más que dos malos.

No es ya momento de criticas, ni de repasos a la tragicomedia que vivimos, es sólo un agradecimiento, gracias a ti todos mis recuerdos de la niñez son buenos, porque un solo recuerdo en el que tu estés presente, y se borran todos los malos recuerdos que bien se encargaron en que tuviéramos.

Ya es tarde, sabes bien que lo de dormir no es lo mío, tantas veces te he hecho madrugar porque me presentaba tempranísimo para ver “al de la leche” por eso te escribo de madrugada, cuando las musas me visitan, cuando no hay ruido y todo es perfecto para pensar en ti, silencioso como tu eras

.

Sólo puedo decirte que gracias por haber existido, gracias por haber sido mi abuelo, no diré que eras el mejor, porque prácticamente, eras el único, gracias por haberme querido, gracias por haberme dicho “zagal” gracias por tus consejos, gracias por haberme hecho la vida más fácil, gracias por...

Tu nieto...Juan Antonio…

1 comentario:

  1. Por fin el esperado comentario :) Esta entrada me ha recordado a mí también a mi abuelo! Ya te dije todo, sólo que esta entrada deja patente que no es lo que escribas, sino cómo lo escribas! Un 10, bombón!

    ResponderEliminar