domingo, 27 de febrero de 2011

Por cierto, ¿cómo te llamabas?..


Respirar, notar que respiras, oír tu respiración. Hay veces que nos conformamos con tan poco, sólo necesitamos notar que hay alguien en el otro lado de la cama, saber que por largo que sea el camino habrá alguien dándote la mano, mirándote, aunque sea de reojo y diciéndote adelante, tú puedes hacerlo. Cuando no oyes respiraciones, el otro lado de la cama está frío y sólo te queda un “por cierto, ¿cómo te llamabas?” te ves solo en todos los caminos, en la vida. Con que poco nos conformamos y cuantas cosas nos callamos. Somos remolinos de sentimientos que, por cierto, casi nunca son correspondidos. Nos vemos en un paso de peatones en rojo pero por el que no pasa ningún coche y antes de decidir si cruzamos o no nos invade una sensación que se acerca a la sensación de la soledad, son décimas de segundo en las que experimentamos miedo, atracción, valentía y, cómo no, soledad. Ese “si esa persona estuviera aquí…” ni siquiera me habría fijado si esta en rojo o no, porque todo pierde su color si tú estas cerca. Lo peor es cuando todo sigue sin color al estar lejos, al saber que por muy cerca que hayamos estado, y las veces que el otro lado de la cama se ha calentado, todo era de un calor de nuestra tierra, calido de día y frío de noche. Solo tenemos pequeños momentos, que no significan nada, en los que buscamos sentirnos queridos, amores de media noche, amores de copa y cigarro, amores anónimos, caducos, fugaces, que puede que nos sirvan de impulso para seguir en el camino, pero que no nos dejan la cama caliente, ni nos hacen respirar más fuerte y, por supuesto, nos dejan esperando en el paso de cebra, en el que todo tiene un color, más o menos gris…

martes, 22 de febrero de 2011

Sureste de Castilla la Mancha...


Se giró la llave, después de llenar el maletero con las cosas que te han acompañado durante estas “largas vacaciones”. El coche subió la rampa del garaje y SORPRESA llovía, sabía que Albacete me daría una despedida de las suyas, no podía dejarme ir indiferente de las cosas que tanto han significado para mí. Me despedía con lluvia, lluvia que me ha acompañado durante estos días, sé que no suele llover mucho por allí, por eso veo mejor su trato, la ha guardado para cuando pudiera verla. Lluvia melancólica, como Tú eres, como yo te he hecho que seas para mi, vida, latidos esperanzas, miedos, en definitiva Tú, Albacete. Mira si te conozco desde hace años y siempre me enseñas algo nuevo, algo que me ata más a ti, algo que me ata más a tu gente, mi gente, nuestra gente. Recuerdo como llegaba, con sol y algo de sueño, con pilas no se si cargadas, por lo menos eran pilas diferentes a las que usamos allí. Han sido días intensos en los que no sé aun decir bien cómo me he sentido, tus llanuras que tan pronto hacen desplantes con la sierra de Alcaraz me han hecho sentir un poco indefenso, puede que me han llevado a actuar de forma equivocada, pero el agua pasada no mueve molinos, o eso dicen, y el Júcar puede que se haya llevado esos momentos de los que ambos pretendemos olvidarnos. El pequeño monte que oculta Barrax cuándo vas desde La Roda me ha enseñado a un Barrax diferente, no es el que recuerdo de hace unos años, es uno nuevo aunque los actores, incluso los invitados, sigamos siendo los mismos, tal vez el cambiar los nombres por otros nos hayan hecho sentir cosas diferentes a las que aún nos estamos acostumbrando y aun debatimos con diez botellines delante, eso si, sin papel y si no, preguntarle a Tamara a las siete de la mañana. Las obras en “La Fiesta del Árbol” también me han enseñado que aunque se bajen las escaleras, y te pidan el DNI un jueves puede dar mucho de sí y puede hacerte la persona más feliz del mundo, a pesar de que cayeran cócteles molotov y los contenedores se desbordaran. También fuimos internacionales y el inglés londinense no nos hizo abandonar las reuniones de “taper no sex” ni fallar en las peticiones que luego recibimos. Si ha todo esto le añadimos una recogida “mágica de firmas” se podría decir que a pesar de los momentos malos solo me llevo la imagen de lo que dejo, y esta vez lo que dejo sol los almendros en flor,,,