miércoles, 15 de diciembre de 2010

maneras de vivir...

“La tierra donde naciste no la puedes olvidar porque tiene tus raíces y lo que dejas atrás”. Eso dice una canción de Gloria Estefan y que razón que tiene. Por muy lejos que me vaya y mucho que me influya ese destino nunca puedo, ni quiero, desprenderme de ese sentimiento albaceteño, esas tierras áridas y secas, tierras rojas plagadas de cereal, trigo, cebada, maíz… en su mayoría secano ya que las lluvias por aquí no son muy abundantes, soy de esa tierra con los inviernos de 9 meses y los veranos de tres, veranos con noches en su mayoría frías, tengo dentro de mí esas grandes distancias de campo, de naturaleza, de pueblos pequeños con casas bajas y encaladas, con las calles anchas y las plazas grandes, el tener que ir a la capital para comprar la ropa, los molinos de los que hablaba Cervantes, y los nuevos de los que algún Cervantes del siglo XXI hablará, me encanta la imagen de los corros de ancianos con boina y siempre con su típica navaja de Albacete en el bolsillo, esas navajas multiusos que utilizamos para todo, las mañanas largas de niebla y las tardes de paseo como dice un viejo dicho, también esas mañanas de escarcha en la que vemos los tejados como si en mitad de la noche nos hubiera visitado una nevada inesperada, noches frías de invierno en la que alrededor del brasero en la mesa camilla nos cobijamos, esas Noches Buenas familiares en las que no hay nada abierto y nos divertimos en cualquier rincón del pueblo por viejo o cochambroso que sea, los grupos de señoras que no pasean, simplemente van a andar, la libertad dentro de un lugar lleno de gente, gente conocida y la soledad que a veces trae consigo. Esos autobuses de Albacete que prácticamente todos utilizamos en feria porque parece que el resto del año todo está cerca y vamos andando, Albacete, ciudad en la que no conoces a nadie pero los conoces a todos, ciudad en la que nadie te conoce pero todos saben quien eres, y si no se lo creen vivan en ella, vivan su feria, esa que para los albaceteños es la mejor que existe, y no lo digo por ser albaceteño, pero lo es, y digo lo mismo, si no lo creen vívanla, toros de fuego que son más fuego que toro ya que el toro sólo aparece en el nombre, pero que buena olor a pólvora que deja, olor nostálgico al ver que las luces se encienden y que hasta mayo no volverás a verlos…eso y varias cosas más me han hecho lo que soy, también ha influido Madrid, porque aunque me encantan esas extensiones de campo también me encanta ver extensiones de asfalto en vez de cereales edificios y en vez de animales personas, casas elevadas la mayoría con fachadas de ladrillo, autobuses llenos y si no metros llenos, pocos grupos de ancianos con boina y navaja, y allí las señoras, y todo el mundo no anda, pasea, gente desconocida y no hay toros de fuego, sin embargo no deja de gustarme no ver los tejados con escarcha, no porque no la tengan sino porque no se ve, tierra en la que existen cuatro estaciones y no sólo dos, con casa sin brasero y Noches Buenas de cotillón, sé que llevo un gato dentro, ya que los madrileños son conocidos por gatos, si tengo un gato dentro, pero, gracias a Dios, mi gato usa navaja.

Prohibido prohibir...

Tic Tac Tic Tac… el reloj sigue implacable su camino, ¿qué más da que sea nuevo? Mis dudas son las mismas, hace años en ese anticuado “fotolog” puse una foto de un camino que se partía en dos y no sabia cual coger. Pero ahora es distinto, sé que camino debo coger, de hecho el otro es dirección prohibida, pero ya se sabe si quieres hacer que algo sea tentador lo único que tienes que hacer es prohibirlo. Yo he sido quien lo ha prohibido, no por ser el más largo, sólo porque es el más difícil, pero los retos nos atraen y más si están prohibidos, lo cual me hace preguntarme, si lo prohibido nos resulta interesante y los retos nos atraen ¿por qué seguimos prohibiendo cosas? Puede que sólo para saciar las ansias de unos pocos que tengan como reto que no se hagan.

Me toca análisis de conciencia, y sé como lo voy a hacer. Esta vez lo haré como tantas otras, madrugar, apagar el móvil, coger un bolígrafo y un papel, y salir a andar…el tema de mis reflexiones esta vez tratará sobre mi futuro, y sobre que camino tomar, mejor dicho, sobre como salir del camino prohibido e iniciar la ruta por el otro. Me consumo como un cigarro, y encima el humo me entra en los ojos y no me deja ver más allá ¿existe otro destino? Tal vez si que exista y todos nuestros actos estén preparados por un ente superior, o tal vez el destino lo marcamos nosotros siempre que elegimos un camino, pero no nos engañemos, si elegimos un destino, renunciamos a otro. Renunciar puede ser sencillo cuando no tienes que renunciar a ti mismo, a lo que sientes, a lo que has sido… No existe una tortura peor que la inquietud, no saber que hacer, o peor aun, saber lo que tienes que hacer pero no poder. Todos hemos oído esa vieja frase de “querer es poder” demasiado optimista tendría que ser su creador, porque hay tantas veces en las que no se puede aunque se quiera…Pero no hay duda que lo peor viene cuando no se quiere ni tampoco se puede, es decir, cuando razón y corazón echan un pulso y siempre quedan en tablas, unos días ves con claridad que la razón es lo mejor que puedes hacer, y otros, sin embargo, no puedes renunciar a lo que el corazón te dicta. Posiblemente esos sean los días en los que el humo me ciega, no me deja ver más allá que seguir por mi ruta prohibida, no me deja escapar, pero como ya he dicho en alguna ocasión, escapar es fácil cuando no tienes que escapar de ti mismo. Pero ¿Cómo sigues adelante si el hecho de no escapar de ti mismo te está consumiendo cual colilla? Es una pregunta de difícil respuesta, pero va haber que buscarla pronto, después de todo no nos van a dejar fumar en ningún sitio y si sólo somos colillas consumiéndose, no podremos entrar en ningún sitio. ¿Somos colillas o somos humo? La única conclusión que saco acerca de esta pregunta es que dentro de poco estaremos prohibidos, y por tanto, seremos tentadores, eso si dos prohibiciones serian demasiadas, por lo que va ser mejor salir de los caminos prohibidos, y dejar que lo único prohibido sea ser tu mismo, pero libre y dispuesto de nuevo a entrar en los caminos prohibidos….

Tic Tac Tic Tac que mañana toca madrugar, desayuno inesperado, análisis de conciencia en compañía, la mañana promete…

lunes, 29 de noviembre de 2010

la caja de Pandora...

Hemos crecido en la máxima de “lo que mal empieza mal acaba”, “las cosas pueden ir a peor” o “las autoridades sanitarias advierten que el tabaco perjudica gravemente la salud”. Pero en cuestiones que nos afectan sentimentalmente no hay citas que seguir ni consejos a los que hacer caso. Si las cosas se han torcido ya en más de una ocasión, y tras varios intentos por enderezarlos, incluso utilizando una caña, se han torcido, el principio de un nuevo intento puede parecer fructífero, pero es posible que sólo esté creciendo torcido ¿por qué nos empeñamos en continuar?, ¿qué es peor, el dolor de terminar, o la tortura de continuar?. Cuando las cosas se ven desde fuera, y es tan fácil decir “déjalo”, “aléjate”, o simplemente, “huye” desde dentro todas estas palabras significan “continúa todo esto es para desconcertarte un poco más, pero continúa”. Es posible que aquel que dijo por primera vez “mal acaba lo que mal empieza” sólo estuviera en una de esas tortuosas crisis de pareja, viera el mundo gris y quisiera quitarle las esperanzas a sus pobres seguidores. O tal vez no fuera tan malvado y sólo quisiera prevenirnos y hacernos huir, alejarnos, dejarlo… pero si no intentamos las cosas ¿cómo sabemos que iban a salir mal?, por lo menos sabemos que dentro de la caja de Pandora, cuando todos los males posibles habían escapado quedaba la esperanza ¿y si cada relación de pareja fuera una caja de Pandora? Esto simplificaría mucho las cosas, sabríamos a ciencia cierta que no importa lo que duré la tormenta, porque después, sin duda, llegaría la calma. Puede que debiéramos hablar con las autoridades sanitarias y decirles que hacen muy bien en preocuparse de nuestra salud física, pero ¿Qué pasa con la sentimental? Puede que lo mejor fuera que en cada caja de condones nos dijeran “las autoridades sanitarias advierten que estar enamorado perjudica gravemente la salud sentimental” pero ¿Qué nos perjudica más, el amor o la falta de él? Numerosas dudas acechan a todas esas personas que no saben que hacer, no saben si hablar, no saben si callar, no saben si intentarlo una vez más… ¿Cuántos intentos nos son necesarios para saber que no va a funcionar? ¿Cuánto tiempo es necesario para que dejemos de esperar a esa persona?...puede que no tenga la suficiente experiencia para contestar a estas preguntas, pero una cosa es segura, sólo hay una cosa peor que intentarlo, y esa cosa es no hacerlo…

jueves, 18 de noviembre de 2010

para ti, Toñete...


Vuelve el 18, y encima jueves. Como ha cambiado todo desde entonces, 6 años y aun lo recuerdo como si fuera ayer, aun lo siento como si estuviera pasando, aun tengo en mi las palabras, las imágenes, el sentimiento… finjo que es un mes más, que es un día más y que el hecho de que sea jueves no lo hace distinto, puede que al mundo pueda engañarlo, pero a mí no puedo.

Celebrare el cumpleaños, reire, y para que negarlo, me divertiré, pero como siempre, desde hace seis años, un hueco de este día será para ti, y para la parte tuya que aun conservo.

Que ingenuo, me enorgullecía conservar tu nombre, no es que ya no lo haga, pero con el paso del tiempo y la frialdad ante las cosas, que éste te da, me doy cuenta que el nombre solo es la muestra al público de lo que me queda de ti. Pero me queda mucho más, aun reconozco tu olor al pensar en ti, aun escucho tu voz cuando recuerdo tus palabras, noto tu tacto y tu peculiar forma de respirar, siempre fuerte, siempre haciéndote notar.

Hay aniversarios que no son dignos de celebración, sólo de homenaje, pero ambos sabemos que el mejor homenaje que podría darte no es posible, el mejor homenaje seria verte, un ratito, no pido mucho, sólo poder, o mejor que puedas ver como ha cambiado todo desde que partiste…

Por suerte, en mí, sigues igual, no cambias sigues siendo aquel viejecillo de pelo cano, al que pellizcaba en los mofletes, al que comprendía con una mirada, al que acompañaba, al que molestaba, el que me enseñó a ver que las cosas importantes no son aquellas que adquirimos, todas las dejaste aquí. Me enseñaste que las cosas más importantes son los gestos, las palabras, las miradas, el sentimiento.

Siempre he creído que la vida ha sido injusta por arrancarte de mi tan pronto, ahora lo comprendo, ya no tenias nada que enseñarme, ya me lo habías dicho todo, ya me lo habías dado todo, me demostraste que vale más un beso, uno sólo, que todas las puertas que se cierran, me diste un te quiero, que vale más que todos los desprecios que nos podamos encontrar. Y lo más importante me mostraste que uno bueno vale muchísimo más que dos malos.

No es ya momento de criticas, ni de repasos a la tragicomedia que vivimos, es sólo un agradecimiento, gracias a ti todos mis recuerdos de la niñez son buenos, porque un solo recuerdo en el que tu estés presente, y se borran todos los malos recuerdos que bien se encargaron en que tuviéramos.

Ya es tarde, sabes bien que lo de dormir no es lo mío, tantas veces te he hecho madrugar porque me presentaba tempranísimo para ver “al de la leche” por eso te escribo de madrugada, cuando las musas me visitan, cuando no hay ruido y todo es perfecto para pensar en ti, silencioso como tu eras

.

Sólo puedo decirte que gracias por haber existido, gracias por haber sido mi abuelo, no diré que eras el mejor, porque prácticamente, eras el único, gracias por haberme querido, gracias por haberme dicho “zagal” gracias por tus consejos, gracias por haberme hecho la vida más fácil, gracias por...

Tu nieto...Juan Antonio…

miércoles, 10 de noviembre de 2010

con las manos en los bolsillos...

Las manos frías, será que el tiempo no acompaña, pero ¿qué
haces si tu espacio de pensar es la ventana? Ver las nubes
pasar y buscar esa salida. Buscar una salida ¿de qué? ¿Cómo
encuentras una salida si no sabes de dónde tienes que salir?
En noches como esta, en las que el viento choca contra las
paredes y lo puedes notar, regresan los recuerdos, los
recuerdos son los únicos que pueden hacerte entrar en calor
cuando el mundo te es tan ajeno como tú le eres a él. El
otoño, esa época en la que las personas nos ponemos más
ropa y los árboles se desnudan, época que inspira a los
poetas. Para mi no es más que la antesala del invierno, o el
patio trasero del verano. Otro otoño más, pero diferente, me
siento inquieto y busco una salida, el único inconveniente a
esa búsqueda es que no se de donde debo salir, ¿dónde me
encuentro? Miraría las estrellas, como tantas noches he
mirado, pero es Madrid, y Madrid es el escondite perfecto
para las estrellas, también para las personas que no
encuentran su sitio, o que creen haberlo perdido. No hay
respuestas, sólo esperanza, pero ¿esperanza de qué? Miro
dentro de mi, para encontrar repuestas a todas esas preguntas que me hago y solo encuentro
sensaciones, sensaciones y dudas. Puede que haya dejado de comprenderme, o puede que la
ventana no sea el mejor sitio para pensar, porque, aunque me aclara la mente, me deja con las
manos frías…

lunes, 8 de noviembre de 2010

porque, aunque este helado, tenemos corazón


Un poco cansado ya de tantas críticas proferidas por demasiadas personas a mi alrededor me reafirmo en mi mismo. Si soy una persona fría y distante. La mayoría de personas cree que es una cualidad no muy buena, nada más lejos de la realidad. El hecho de no mostrar, casi nunca, tus sentimientos no significa que no los tengas. De lo que todos podemos estar seguros es que cuando una persona como yo te llama “amigo”, es eso exactamente lo que quiere decir, lo que muchos califican como frialdad, yo lo menciono como sinceridad. Nunca damos un beso que no sintamos, nunca abrazamos si no nos mueve algo importante a hacerlo, nunca decimos que amamos si no es eso lo que estamos sintiendo. Enhorabuena por todas aquellas personas que no pueden dejar de tocar a otras, que siempre están abrazando, que dan besos sin ton ni son, esas a las que todo el mundo llama “cariñosas”, no niego que lo sean, pero paraos a pensar ¿son sinceras?...

Ni quiero ni espero que nadie se de por aludido ni se moleste, más que una reprimenda, es una reafirmación….

viernes, 29 de octubre de 2010

después de cada despedida, viene el reencuentro...


Cuando me iba pensaba en llenar mi maleta de ropa, libros, bolígrafos, alguna que otra fotografía, y muchísima ilusión. Pero que fue lo que no pensé, en las pequeñas cosas, esas que ni siquiera notas pero que son las que hacen que cada día sea diferente.
Como iba a pensar que echaría de menos las riñas con mi madre, el ruido de unas tijeras cortando hilos, el ruido de los pasos de un perro, de mi perro, los paseos del recreo, las conversaciones monótonas y aburridas de todos los sábados, los cafés de los domingos, los sábados aburridos, las comidas que creía que no me gustaban, las frases sin sentido repetitivas e incluso cansina que han formado parte de la banda sonora de nuestra vida, de mi vida porque ¿quién no sabe algo sobre Tía Peerg? O a ¿Quién no aburrimos con el Titánic?
Esas pequeñas cosas son las que hacen la vida, como pensaría que iba a echar de menos tocar una ventana para llegar a casa, o incluso despertar a la gente para que supiera que he llegado, el olor, los gestos, los ruidos, el decirle bomboncete a mi abuela todos los fines de semana cara a cara, sus dichos el ruido de sus pasos…
Parece que cuando se esta lejos se va a echar de menos a las personas, y no es así, echamos de menos lo que cada una de ellas significa para nosotros, en las personas que marcan nuestras vidas tenemos amistad, amor, protección, desilusión, hastío, esperanza deseo, rechazo, rencor… y cada persona de nuestra vida se amolda a una de estas palabras.
En el pueblo no tienes intimidad es cierto pero tienes cercanía, sabes que todo el mundo te conoce y que tu conoces a todo el mundo, sabes que a todo el que te cruces por la calle lo vas a saludar incluso que te vas a parar a hablar con el de cosas poco importantes, pero sabes que los tienes ahí, tienes a tus amigos, conocidos, enemigos y todos ellos forman parte de tu vida.
Conoces todas las calles, sus destinos y siempre tienes claro donde con quien y para que vas.
La nostalgia llega y con ella los recuerdos mas pequeños, los pequeños momentos, las pequeñas cosas, todo barrajeño conoce su molino pero nadie lo valora hasta que no lo siente lejos, todos sabemos que está ahí y que nunca se va ir, claro que el no se va porque los que nos vamos somos nosotros y cuando volvemos y lo volvemos a ver nos damos cuenta de lo que él (y con él no sólo me refiero al molino) significa para nosotros.
Siempre nos quejábamos de que estábamos en el mismo sitio con la misma gente, incluso llegaba la feria y todos volvíamos a estar juntos, y ¿Por qué hacíamos eso? Porque a todos nos gusta encontrar caras conocidas entre la multitud, o ¿ no os ha pasado que no saludas a una persona nunca y cuando la ves lejos de tu sitio te sale una sonrisa estúpida y saludas e incluso te paras con esa persona? En estos casos podemos comprobar lo importante que es para todos nosotros estar con la gente de toda la vida, con tu gente. Cuando estas en un sitio en el que no conoces a nadie esa necesidad se incremente y es cuando notas lo feliz que ha sido tu vida gracias a la gente con la que has ido creciendo, gracias a la gente que ha ayudado a que seas quien eres, esa vida que se ha ido formando acaba de terminar una etapa, y ha comenzado una nueva para todos nosotros, ya no sientes esa protección al final del pasillo, quizás ya no exista o quizás es que estamos tan acostumbrados a tenerla al final del pasillo que no sabemos apreciarla unos kilómetros más lejos.
En realidad la maleta que creía que no había hecho se hizo a si misma, en el recuerdo me traje el ruido de las tijeras, o el del perro, las riñas con mi madre, las conversaciones aburridas, los cafés del domingo, el olor, el color, el sentimiento….
Ahora trato de convencerme ¿son tan malas las despedidas? Yo creo que no, porque después de cada despedida viene el reencuentro....

miércoles, 27 de octubre de 2010

por y para ti...


Y como primera entrada, como no podía ser de otra forma, va dedicada a esa amiga…

Ella es una de esas personas que te muestran tanto en tan poco tiempo que se convierten en indispensables…

Sé que los amigos no son para siempre, entran y salen de nuestras vidas al igual que nosotros en las suyas, pero solo los buenos, los de verdad nos dejan una huella, una cicatriz, pero de las buenas.

De momento, y espero que por mucho tiempo, ella es una herida abierta y espero que si, en algún momento, llega a cicatrizar ella también tenga un buen recuerdo de lo que fue herida…

Nadie sabe todo sobre mí, ni yo mismo lo sé, pero no puedo negar que ella sabe una parte importante de lo que soy.

Nunca califico las amistades, es decir, nunca digo si una es buena o mala, si es la mejor o es la peor, si existe o desapareció, por eso solo diré que esta amistad es una de las mejores que he encontrado en mi aventura por Madrid. Me ha dado confianza para poder descubrirme y aunque eso en mí es muy difícil, ha logrado conseguirlo. También ella se ha descubierto ante mí, por lo que espero nunca defraudarla, y si alguna vez lo hago, intentar arreglarlo lo mejor posible.

No digo su nombre, o mas bien su apodo, porque ella sabe bien quien es, y como va dirigido a ella ¿por qué mencionarla?

Sé que no será lo mejor que te han escrito, ni lo mejor que te han dicho nunca, pero me conoces y sabes que no sé hacer mejor estas cosas. Te quiero…

por aquí llega algo nuevo...

Bueno pues animado por una amiga me he decidido yo también a crear un blog, me conozco y sé que estaré días sin actualizarlo, pero, imprevisible como la vida misma, un día las musas entraran volando por la ventana para chocarse con mi mente, y así, sin pensarlo empezaré a escribir.

No suelo escribir mis vivencias al pie de la letra, sino que suelo escribir como me siento en algún momento determinado. Mi retórica no es la mejor, y acostumbro a equivocarme, pero si yo me lo perdono, espero que aquellos, que algún día que no tengan nada mejor que hacer, me lean puedan hacerlo también.

El nombre tiene mucho que ver con quien soy, las navajas, algo tan indispensable como conocido para todo albaceteño. En un primer lugar pensé en murciélago porque aparte de ser un animal muy misterioso y oscuro, es parte del escudo de Albacete, pero era algo difícil encontrar un nombre.

Por ello me he decantado por las navajas, que son tan de Albacete como yo, y como en diversas ocasiones escribiré sobre Él, Albacete, mi vida… el nombre de este nuevo proyecto tenía que estar relacionado con Él…

Y para concluir esta pequeña presentación me valgo de una cita de Azorín:

"Albacetenses queridos, atesoráis la más meritoria de las humildades: la de creer que no se es nada cuando se es todo." Azorín- "Albacete Siempre"