Por fin llega,
después de la rabia, la indiferencia, el intento de olvido… no importa cuánto
nos escondamos, lo que nos tiene que pasar y, sobre todo, lo que tenemos que pasar
termina por encontrarnos cuando menos lo esperemos y cuando creamos que ya ha pasado el tiempo necesario,
y nuestra huida ha sido perfecta. No podemos huir de aquello que nos hace ser
quienes somos. A veces, lo que más deseamos sentir, lo único que esperamos
pasar y lo que más necesitamos es el dolor. No es ser masoquistas, es ser seres
humanos…
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